Síndrome de Gilles de la Tourette y el caso de Tim Howard

noviembre 22, 2014

El pasado mundial de fútbol de Brasil 2014 dejó algunos nuevos récords para la historia entre ellos podemos mencionar el estruendoso resultado del partido por semifinales donde Alemania goleó por 7 a 1 al equipo de casa eliminándolo de la copa, pero también no menos importante y desde el ámbito individual encontramos el récord de atajadas en una Copa del Mundo que hizo Tim Howard, el arquero de la selección de Estados Unidos superando al arquero peruano Ramón Quiroga en el mundial de Argentina '78. El estadounidense realizó 16 paradas en un partido mundialista ante Bélgica contra las 13 de Quiroga.

Lo más interesante es que este personaje nacido en New Jersey y jugador de Everton, club de Inglaterra, sufre por así decirlo, un trastorno del sistema nervioso que se dice podría ser beneficioso para su trabajo de portero, es el Síndrome de Gilles de la Tourette.

El Síndrome de Gilles de la Tourette es un trastorno neuroconductual que produce movimientos y vocalizaciones de manera rápida, repetitiva e involuntaria (también llamados tics). Estos tics generalmente aparecen entre los 6 y 10 años aunque en raros casos pueden verse antes o después de las edades comprendidas anteriormente. Ocurre 3 o 4 veces más en niños que en niñas.

Fue descubierto por el neurólogo francés del mismo nombre en 1885. Se desconocen las causas de dicho síndrome pero gracias a algunas investigaciones actuales se ha revelado que existen anomalías en ciertas regiones del cerebro tales como la corteza cerebral, los lóbulos frontales y ganglios basales; en los circuitos que hacen conexiones entre esas regiones y neurotransmisores, como la dopamina, serotonina y norepinefrina, que llevan a cabo la conexión entre células nerviosas.

Se dice que este síndrome probablemente sea de carácter hereditario.

Sin embargo no todas las personas que tienen el síndrome presentan tics tan repetitivos. Por lo tanto existen 2 tipos de Tourette: Uno leve donde las personas pueden no ser conscientes de los tics, y otro grave que es menos común donde los tics son más constantes e incluso el paciente puede llegar a presentar coprolalia (tendencia patológica de pronunciar palabras obscenas de forma involuntaria), pero ninguno de los dos tipos del síndrome afectan la inteligencia ni empobrecen la esperanza de vida del paciente.

A su vez los tics pueden clasificarse también en 2 tipos:

Simples: movimientos breves e imprevistos que comprometen un número limitado de músculos. Se repiten con frecuencia a veces después de periodos prolongados de ausencia. Como ejemplos están: parpadear, mover la cabeza, encogerse de hombros, arrugar el entrecejo, aspirar aire sonoramente por la nariz.

Complejos: se trata de movimientos coordinados y sucesivos que comprometen varios músculos, como saltar, patalear, tocar y olfatear personas y objetos, coprolalia, entre otros.

En cuanto a su diagnostico, no existen pruebas directas para definir si una persona tiene o no Síndrome de Tourette. En este caso se deben realizar pruebas indirectas para descartar otras causas de los síntomas, entre esto se debe evaluar que:

La persona debe haber presentado muchos tics motores y vocales (en este caso 1 o más) por lo menos durante 6 meses.
Los tics hayan comenzado antes de los 18 años de edad.
La persona no tenga alguna otra enfermedad neurológica que pueda causar los síntomas. En este caso se pueden usar estudios de imágenes como resonancias magnéticas y tomografías para descartar otras causas.

En cuanto a su tratamiento, al no afectar de manera negativa la esperanza de vida del paciente, muchas personas con el síndrome no necesitan de un medicamento, además de que éste puede ocasionar efectos secundarios en las personas afectadas.

Si bien existen medicamentos que son utilizados para reducir síntomas específicos y son recetados a pacientes en los cuales dichos síntomas pueden interferir en sus tareas cotidianas. La clonidina es un fármaco antihipertensivo que se usa para tratar los tics, que trae como efectos secundarios fatiga, sequedad bucal, irritabilidad, mareos, dolores de cabeza e insomnio. También se utilizan para controlar los síntomas de tics Flufenacina y Clonazepam.

En el caso de Tim Howard, cuenta que le fue diagnosticado el síndrome de Tourette a la edad de 10 años y presentaba tics en su cabeza y en su cuello; paralelamente le fue diagnosticado un trastorno obsesivo compulsivo. Se dice que tenía urgencias de contar las lineas de las hojas de papel, contar el número de pasos que daba y colocar sus manos siempre en los mismos objetos mientras caminaba en la escuela. Se decidió que no utilizara medicamentos.

Según Oliver Sacks, un neurólogo inglés interesado en el caso de Tim explica que el que Howard sea capaz de poner atención a lo que hace lo ayuda a ser un mejor arquero, posición que exige mucha concentración mental.