Proteína para la memoria BDNF
Recientes estudios han llegado a la conclusión de que existe una proteína que se produce normalmente en el cerebro, específicamente en corteza e hipocampo de donde es liberada, que permite nuevas conexiones neuronales y puede tener un rol importante en la función de la memoria: La proteína BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor) o también llamada factor neurotrófico derivado del cerebro.
Es una neurotrofína y como se sabe, estas son proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas ya sea impidiendo la apoptosis de las neuronas, que es la muerte celular programada, o mediante crecimiento, diferenciación y nuevas sinapsis.
Se ha demostrado que en condiciones no normales para el cerebro, como en el padecimiento de Alzheimer, esta proteína se encuentra en niveles disminuidos y que también no solo puede encontrarse en el cerebro, sino también en otros tejidos como en la retina, riñones y próstata.
Es una proteína de 252 aminoácidos y su gen se encuentra en el cromosoma 11. La BDNF tiene un amplio repertorio de propiedades neurotróficas y neuroprotectoras, entre ellas la protección neuronal y la supervivencia, la expresión de neuritas, el crecimiento axonal, dendrítico y remodelación, la diferenciación neuronal y plasticidad sináptica tales como la sinaptogénesis en ramificaciones terminales de los axones, y la eficacia de la transmisión sináptica, por medio del mantenimiento de la LTP (Long-term potentiation) para una intensificación duradera entre las señales de las neuronas.
La actividad física y, en particular, el ejercicio agudo y entrenamiento parecen ser las intervenciones clave para desencadenar los procesos por los que las neurotrofinas median el metabolismo energético y, a su vez la neuroplasticidad. De todas las neurotrofinas, el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) parece ser la más susceptible a la regulación por el ejercicio y la actividad física.
Es una neurotrofína y como se sabe, estas son proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas ya sea impidiendo la apoptosis de las neuronas, que es la muerte celular programada, o mediante crecimiento, diferenciación y nuevas sinapsis.
Se ha demostrado que en condiciones no normales para el cerebro, como en el padecimiento de Alzheimer, esta proteína se encuentra en niveles disminuidos y que también no solo puede encontrarse en el cerebro, sino también en otros tejidos como en la retina, riñones y próstata.
Es una proteína de 252 aminoácidos y su gen se encuentra en el cromosoma 11. La BDNF tiene un amplio repertorio de propiedades neurotróficas y neuroprotectoras, entre ellas la protección neuronal y la supervivencia, la expresión de neuritas, el crecimiento axonal, dendrítico y remodelación, la diferenciación neuronal y plasticidad sináptica tales como la sinaptogénesis en ramificaciones terminales de los axones, y la eficacia de la transmisión sináptica, por medio del mantenimiento de la LTP (Long-term potentiation) para una intensificación duradera entre las señales de las neuronas.
La actividad física y, en particular, el ejercicio agudo y entrenamiento parecen ser las intervenciones clave para desencadenar los procesos por los que las neurotrofinas median el metabolismo energético y, a su vez la neuroplasticidad. De todas las neurotrofinas, el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) parece ser la más susceptible a la regulación por el ejercicio y la actividad física.
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